miércoles, 28 de marzo de 2012

Sujétame.

¿Te cuento algo? 
Una pequeña parte de mi corazón te quiere a morir. Siente...¿cómo se dice? Mariposas en el estómago. Pero no, no son mariposas. Es la sensación de que cada mañana voy a abrazarte y voy a susurrarte, ¿qué coño? Voy a gritar que te quiero hasta a los gatos de la calle. Gracias por ser mi camisa de fuerza, gracias por retenerme, tranquilizarme y consolándome mintiéndome que todo se arreglará...Pero ambos sabemos que no se va a arreglar, y que lo que importa es el mero hecho de decirme justamente lo quiero oír. Sí, sé que vas a estar a mi lado. Pase lo que pase, porque, ¿sabes? La vida no se mide por los momentos que respiras, sino por aquellos que te dejan sin respiración. Gracias. Otra vez. Ayer, hoy y mañana. Por existir.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Hablo de querer más de mil años.

No espero más de un te quiero, mientras sea sincero. No espero tus abrazos, ni tus caricias, ni esa forma tan única de hacerme despertar por las mañanas con una sonrisa; no espero tus miradas, ni cómo dices a la gente lo mucho que me quieres, como dices que soy la única para ti.  No espero nada de eso, hazme caso. Claro que quiero que me abraces mientras me acaricias y me levantas con un Buenos días princesa, y claro que me muero cuando me derrites con tu mirada, y créeme cuando te digo que no necesito que le digas a la gente lo mucho que me quieres mientras me lo demuestres, y a la vez créeme cuando me muero cuando me susurras que soy única. Claro que quiero. Pero ya sabes, quiero que todo sea inesperado.