A veces, más vale un pequeño empujón, que millones de saltos.

La ley del mínimo esfuerzo.
Vamos a pasarlo como nunca. A reírnos hasta el amanecer. A bajarnos del tren. A olvidar el amor. A ahogarnos en un pozo de esperanzas. A soltarnos el pelo. Vamos a dejar de esforzarnos, a hacer limones si nos dan limonada; a darle a cancelar a la tecla CRY , a aprender a respirar, a dejar de ahogarnos en un pequeño vaso de agua. Vamos a alegrarnos , a sonreír al oír mentiras cuando sabemos toda la verdad; a retar al mundo, a joder a la vida.


A sonreír. Sí, sonreír. Aunque cueste, aunque nos lleve la vida en ello; aunque nos hagamos daño, aunque por dentro haya un maremoto de lágrimas; aunque dentro haya un nudo que nos impida tragar. Vamos a sonreír. A dejar ver nuestra curva más bonita; vamos a olvidarnos de que el mundo es mundo y que la vida es vida. Vamos a alegrarnos porque llueva, y a dormir cuando salga el sol.